Por el Niño de la Cotorra.
Aunque el primer post con este título naciera sin ninguna vocación de continuidad, hay dos factores principalmente que me llevan a abordar la cuestión de nuevo. De un lado, la precariedad laboral y el desempleo que se expanden cada vez más entre el gremio, vital para que esta fraudulenta democracia tenga, de cuando en cuando, alguien que ponga los puntos sobre las íes. De otro, la proliferación de engendros periodísticos en el municipio, paridos por las mismas fuerzas políticas que viven de nuestro sudor y deciden nuestro futuro mientras blindan para siempre el suyo. Y es que, no contentos con obligar al periodista a reproducir sus tropelías verbales (baste atender a los exabruptos de concejales del PP o el PSOE que, lejos de dominar algún otro idioma como se le pide a cualquier currante, no saben desenvolverse tampoco en el suyo), también hacen que su labor se reduzca a copiar sus dictados textualmente. Eso, naturalmente, cuando es un periodista quien anda detrás de estos pretendidos medios, ya que en algunos es difícil saberlo. Es el caso de la que, de momento, es la última aparición en nuestro desesperanzador ruedo: lo que desde el PSOE han decidido denominar, sin recato alguno, El Periódico.
Intentando, posiblemente, ocupar el hueco de la desaparecida publicación La Tribuna, este folletín, por denominarlo de alguna forma, se basa primeramente en la negación del papel del periodista. Y es que, por tercermundista que pueda ser, cualquier periódico o intento de serlo cuenta con una mancheta en la que figuran los nombres de las personas encargadas de su elaboración, un mínimo de reconocimiento que sirve asimismo para saber quién firma las noticias y definir cierta responsablidad legal. Sin embargo, no encontramos nada de esto en él. No hay mancheta (quizá para esconder que sea una misma persona, cuyo nombre no citaremos, la que se encarga de elaborar esta aberración de principio a fin) y, por supuesto, las informaciones carecen de autoría. Lo único que sabemos al respecto es que está editado por la Asociación para el estudio de la Sociología Democrática, curioso nombre para un colectivo que, además de prescindir de un elemento fundamental para el buen funcionamiento del sistema como es el periodista, intermediario entre el pueblo y una realidad cada vez más ajena a él, pone de manifiesto que hay que luchar contra la infinidad de asociaciones que, bajo el ala de los partidos, se hacen con suculentas subvenciones para difundir sus escasas ideas y mantener a los suyos mientras agrupaciones que trabajan día a día con los más desfavorecidos se ven obligadas a suspender sus actividades.
Centrándonos en lo meramente periodístico, aunque aquí de eso hay poco o nada, las primeras páginas de esta publicación quincenal son para sus «articulistas». De nuevo llama la atención la ausencia de algún periodista, ya que los artículos se reparten entre personas afines al PSOE y algunos de sus militantes. Salvo excepciones, unos y otros comparten el mismo desapego por la expresión escrita y el abuso de redundancias carentes de razonamiento, más propias de la Carta a los Reyes Magos de un niño que de un pretendido medio. Por lo que respecta a la información local, es menester que José Bernal aparezca en las primeras páginas refiriéndose, en uno de esos reportajes o entrevistas precocinados, a los temas más diversos, con lo que puede decirse que sigue la misma tendencia que el Marbella Express aunque desde el otro lado. También hay paralelismos con el Sur, más plano conforme pasan los días y más burdo a la hora de tomarle el pelo a la gente.
Así, no faltan ejemplos para ilustrar una tendencia cada vez más extendida, la de atribuir a personajes la paternidad de iniciativas o actividades generalmente lanzadas por otros. En El Periódico de la segunda quincena de diciembre, ocurre con la noticia «Radío pondrá en marcha dos nuevos ciclos en Marbella», titular del que se infiere que es nuestra concejal más sedante la responsable de que la Junta pague 1,9 millones de euros para inaugurar una escuela taller y un taller de empleo en el municipio.
Por su parte, el Sur hace lo propio con una información titulada «Marbella reinventa la movida» que explica que, por obra y gracia de la delegación de Juventud, en 2012 habrá 26 talleres e iniciativas de ocio alternativo que pueden dar cabida a unas 7.000 personas. Hay que profundizar en el texto, en el que Diego López invita a sumarse otras formas de ocio diferentes a las que él y sus compañeros suelen desarrollar (a la vista de todos está) en favor de otras más sanas, para darse cuenta de que la idea parte del Plan Nacional sobre Drogas y que, de los 41.000 euros que costará, el Ayuntamiento sólo aportará 9.000. Muestras, como se puede ver, sobran para dar fe de la marginación que sufre la figura del periodista y de la desinformación que día a día se hace llegar a nuestros hogares por radio, prensa y televisión. En nuestra mano está dejar de hacer uso de los medios tradicionales y, sobre todo, realizar un análisis crítico (quien tenga el valor de enfrentarse a esta sarta de sandeces y despropósitos) para no terminar perdiendo el norte definitivamente.